El Registro Civil de la Ciudad de México instaló 308 anaqueles con estándares de calidad internacional para sustituir aquellos dañados por el sismo del 19 de septiembre de 2017, informó Vicente Lopantzi García.
El Consejero Jurídico y de Servicios Legales puntualizó que el avance representa 80 por ciento de la recuperación total del mobiliario que resguarda actas de nacimiento, matrimonio y defunción primigenias.
Señaló que tras el fenómeno telúrico, la sede de Arcos de Belén sufrió el colapso de 389 muebles que, paulatinamente, sustituyen las autoridades capitalinas.
Lopantzi García sostuvo que el nuevo reacomodo agilizará el cotejo físico sobre actos relacionados con el estado civil de las personas, cuyas gestiones se realizaron ante juzgados locales del Registro Civil.
“Aunado al proceso de digitalización, sin comparativo en todo el País y que permite obtener actas en menos de cinco minutos a partir de la llegada del ciudadano a la ventanilla, optimizamos la consulta directa en el archivo para casos de aclaración.
“Hoy estamos a 20 por ciento de la recuperación plena, impulsados con la premisa de ser ciudadanos que servimos a ciudadanos”, remarcó el titular de la Consejería Jurídica capitalina.
Cumplen anaqueles requisitos de seguridad
Al respecto, la Directora General del Registro Civil, Martha Laura Almaraz Domínguez, indicó que las baterías instaladas a la fecha, se fijaron de piso a techo para resistir un sismo de superior magnitud al del año anterior.
Resaltó que los anaqueles de cinco y seis niveles cumplen los requisitos de seguridad en torno a grosor, características de escuadras y medidas especiales de estabilidad, acorde al peso de los libros.
“Las labores de rehabilitación nunca impidieron el servicio al público, en Arcos de Belén continuamos realizando los más de 3 mil 500 trámites que en promedio tenemos al día”, comentó Almaraz Domínguez.
Al respecto, la responsable de Acervos y Restauración, Elsa Saavedra Castro, refirió que el mantenimiento del archivo es esencial para salvaguardar la historia de quienes han celebrado actos civiles en la Metrópoli.
Explicó que la redistribución de la estantería en una superficie de casi 800 metros cuadrados, además de generar certeza y seguridad a servidores públicos, trabajadores y usuarios, permitirá solventar necesidades de espacio.
“Aunque hoy la tecnología ha simplificado las distintas diligencias, contar con un acervo histórico sigue siendo fundamental para atender las peticiones de los ciudadanos”, finalizó la especialista de la Escuela de Archivonomía y Biblioteconomía del Instituto Politécnico Nacional.